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Todas las actuaciones que realices en tu vida, seleccionar la basura, reciclar pilas, cristal, papel…, o desde luego trajinar en el jardín, deben estar marcadas por las normas de esta ciencia-llave que, ni más ni menos, tiene como objetivo la armonía en nuestra existencia y la de todos los demás integrantes del planeta, así como el mantenimiento lo más intacto posible del medio en el que tiene lugar esa vida.
Un hábitat es, básicamente, un emplazamiento en el que se dan las circunstancias necesarias para la vida de una determinada especie animal, vegetal, fúngica (hongos)… Existen hábitats muy acogedores en los que la vida estalla con gran cantidad de diversidad, por ejemplo la ribera de un río, un bosque o la campiña; y otros, mucho más duros, donde la supervivencia es atributo de unos pocos, el desierto, la alta montaña, las zonas erosionadas, etc.
Un hábitat es, básicamente, un emplazamiento en el que se dan las circunstancias necesarias para la vida de una determinada especie animal, vegetal, fúngica (hongos)… Existen hábitats muy acogedores en los que la vida estalla con gran cantidad de diversidad, por ejemplo la ribera de un río, un bosque o la campiña; y otros, mucho más duros, donde la supervivencia es atributo de unos pocos, el desierto, la alta montaña, las zonas erosionadas, etc.
Cómo ahorrar agua en el jardín
Si eres de los que os encantan las plantas y tenéis un pequeño jardín sabréis que cuidar plantas es una de las tareas más gratificantes que hay, pero también es una actividad que puede llegar a consumir una gran cantidad de agua. Por ello os presentamos algunos consejos para gastar menos agua en el jardín a la vez que ahorramos unos euros.
Con la llegada del verano es cuando las plantas requieren más cantidad de agua, aquí tenéis unos consejos para minimizar el consumo de agua durante el verano.
- Riega las plantas durante la noche, así minimizarás la cantidad de agua que se evapora por el calor.
- El viento reseca mucho las plantas, por eso es buena idea proteger el jardín del viento con muros, vallas, setos, etc.
- Elige el sistema de riego más adecuado. El sistema por goteo suele utilizar un 20% menos agua para regar una superficie que el riego por aspersión. También tiene una eficiencia mayor que el sistema de aspersión, donde se desperdicia más agua.
A la hora de limpiar el jardín o el patio, utiliza una escoba en vez de una manguera.
Coloca las plantas que más agua necesiten en los bordes del césped.
Coloca acolchado (mulching) en la base de las plantas. Esta técnica consiste en colocar una capa de algunos materiales alrededor de la base de la planta con el fin de evitar que crezcan malas hiervas que absorberán el agua de tus plantas y a la vez mantener la tierra húmeda por más tiempo. Puedes utilizar hojas secas de jardín.
El riego por exudación es el sistema de riego más eficiente. Este sistema aplica el agua de forma continua mediante un tubo poroso que exuda agua de forma continuada. Lo que hace más eficiente este sistema es que las evaporaciones son mínimas y sólo se suministra el agua necesaria, puesto que el mecanismo que hace fluir el agua desde el tubo hasta el sustrato es el gradiente de humedad, lo que significa que conforme el sustrato de alrededor del tubo se va secando éste emana agua que la sustituya.
- Vigila que tu sistema de riego no tiene roturas o fugas de agua. Revisa la manguera y las válvulas para detectar cualquier daño.
- Instala un sensor de lluvias que interrumpirá el riego automático cuando llueva.
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